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beneficios científicos de la meditación

Beneficios científicos de la meditación, qué es verdad y qué no en esta nueva moda

¿Sabías que meditar de forma habitual puede traerte cosas buenas? Hoy te quería hablar de los beneficios científicos de la meditación y cómo puedes aprovecharlos.

Sí, ya lo sé. Estás un poco cansadx de oir que por meditar 10 minutos al día se van a terminar todos los problemas de tu vida. Pero es que no es eso lo que te traigo hoy. De hecho, debes huir de aquellas palabras que garanticen o te insinúen que tras hacer algo sencillo tu vida será feliz y buena para siempre, tu salud mejorará radicalmente o sucederá cualquier cambio radical. Eso no es así, ojalá fuese así de fácil, pero no lo es.

Yo no necesito meditar… ¿estás segurx de eso?

Todos los días, durante tooodo el día hay un runrún en tu cabeza. Una sucesión constante de pensamientos encadenados que te hacen ir del pasado, al futuro y otra vez al pasado y finalmente al presente en medio minuto. Que si repaso la lista de la compra mentalmente de camino al súper; que si a media lista recuerdo que no he sacado del congelador el pollo y me pongo una nota mental para hacerlo en cuanto llegue a casa; que si al pasar por el escaparate de la esquina veo unos zapatos monísimos que me irían de maravilla con aquel vestido, qué por cierto, tengo que llevar al tinte… que si vuelves a la lista de la compra porque no has terminado…

Esto se llama divagación mental y en realidad es algo bueno. De esto se encarga una parte del cerebro llamada red neuronal por defecto, que se activa cuando tu mente está en piloto automático y se apaga cuando tu mente centra su atención en algo concreto. Entre otras cosas, esta parte de tu cerebro te permite ser más creativo, hacer conexiones mentales y es responsable de esos momentos en los que se te enciende la bombilla y piensas “¡claro, ya lo tengo!”.

¿Entonces… dónde esta el problema? Pues en que, según ciertos estudios, llegamos a usar esta red hasta el 47% de nuestro tiempo. Y esto… es demasiado. Como todo en la vida en el equilibrio está la virtud. Y es que, usar demasiado esta estructura no es bueno. De hecho, se ha detectado una relación por la que reducir esta “no actividad” ayudaría a aumentar el bienestar emocional a largo plazo.

Igual no pierdo nada por conocer estos beneficios científicos de la meditación

Una forma de apagar más a menudo tu red neuronal por defecto es entrenando a tu cerebro en la atención plena. ¿Y en qué consiste la atención la plena y qué tiene que ver con los beneficios científicos de la meditación?

La meditación es una herramienta para trabajar la atención plena. Es como ese ejercicio específico del gimnasio para trabajar un músculo en concreto.

Pero eso no significa que sea el único ejercicio que exista para desarrollar más la atención plena. Existen más formas, y quizás algunas de ellas vayan más contigo. Antes de nada, me gustaría que probases unas pocas veces con la meditación guiada, para ver si puede ayudarte o no. Pero, si no acabas de engancharte o ves que eso definitivamente no es para ti…, don’t panic! Todavía hay esperanza.

¿Cuáles son los principales beneficios científicos de la meditación?

Numerosas investigaciones han demostrado que meditar asiduamente puede generar una serie de cambios en tu cerebro. Se han identificado cambios en cómo funcionan:

  • la corteza cerebral prefrontal, la parte más racional y planificadora
  • mayor plegamiento de la corteza cerebral, que ayuda a la velocidad de procesamiento de la información
  • la corteza cingulada, que está vinculada con el autocontrol
  • el hipocampo, que ayuda a gestionar la memoria
  • la ínsula, vinculada con las percepciones y que tiene relación con las neuronas espejo y la empatía

Todo esto te puede ayudar a gestionar mejor y de una forma menos estresante tu realidad y lo que sucede en ella. Te puede ayudar a cultivar de forma más sencilla emociones positivas, a incrementar tu capacidad de concentración y a mostrar una mayor resistencia. Todo esto te puede servir para mantener tu bienestar a largo plazo.

Además, al ayudarte a mantener a raya el estrés, de manera indirecta mejorar tus niveles de inflamación crónica. Si te interesa este tema te recomiendo este otro artículo.

Otras formas de ejercitar tu mente para sustituir los beneficios científicos de la meditación

La mente humana es increíblemente plástica. Y esto hace que casi cualquier actividad repetitiva que te guste pueda reestructurar tu maraña neuronal. A lo mejor consigues mejores resultados tocando un instrumento, haciendo algún deporte, cuidando de tu jardín o plantitas o incluso coloreando o dibujando.

Es por eso que desde Unavida me gustaría proponerte un pequeño ritual para que aproveches a desconectar más a menudo esta red y aportar un granito de arena más a la montaña de tu bienestar. Al convertir esta acción en “ritual” le otorgas un grado extra de repetitividad y de conducta habitual. Y esto, amigx, te puede ayudar a preparar a tu cerebro para la tarea que vas a realizar. En este otro post puedes encontrar el por qué.

Estoy segura de que te va a encartar este pequeño ritual, porque es algo en lo que no vas a invertir apenas tiempo y con lo que vas a aprovechar para hacer algo a la vez que ayudará más todavía a incrementar tu bienestar, en este caso, el de tu piel. ¿Ya te imaginas por dónde voy? Une los beneficios científicos de la meditación con tu skincare.

Te propongo aprovechar el ratito diario en el que cuidas de tu piel con tu rutina de skincare para llevar a cabo un pequeño ritual que te ayude a focalizar más tu atención plena durante esos minutitos. Objetivo: bajar ese 47% de tiempo de divagación mental para no saturar tu mente y controlar el estrés.

Pasos previos –  cómo prepararte tú y a tu mente

Antes de empezar puedes encender una barrita de incienso, un aromatizador o similar con una fragancia que te resulte agradable. Y el siguiente paso sería ponerte algo de música que te resulte relajante y que sepas que no te distraiga. ¿Sabes el por qué de estos dos primeros pasos? Para que tu cerebro identifique que este ritual está comenzando y se ponga manos a la obra.

Ahora sí, comienza el proceso

El siguiente paso será que cierres tus ojos un momentito y hagas un par de respiraciones profundas. Es importante que focalices toda tu atención en este hecho y te centres en las sensaciones que notas en tu nariz, tu pecho y tu cuerpo a medida que inhalas y exhalas el aire.

A partir de este punto, es muy probable que lleguen a tu mente un montón de pensamientos intrusivos. Don’t worry! Es totalmente normal, es imposible desconectar la mente y dejarla en blanco y, además, este ejercicio o ritual no trata de eso. Cuando te des cuenta de que estás pensando en otra cosa, simplemente vuelve a centrarte en lo que estás haciendo, en tu rutina de belleza.

Le llegó el turno a la cosmética

Ahora, ¡toca empezar con las cremitas! Primero, el paso de la limpieza, siendo bien consciente de todas las sensaciones que nota tu piel a medida que masajeas el producto (con espumita, enaceite o el formato que más te guste) y dándote un pequeño y agradable masaje.

Luego, ya toca aplicar las distintas cremas, serum, ampollas o sean cuales sean los productos incluidos en tu rutina de cuidado de la piel. Lo esencial es, de nuevo, centrarte en todas las sensaciones que vas notando; darte un masajito con cada producto que emplees y ser consciente de cómo está respondiendo tu piel, tu cuerpo y tu mente a todo el proceso.

Y ya habrías terminado tu mini ejercicio de entrenamiento de tu atención plena. ¡Ah! Y, ¿sabes una cosa? Esto sería otra manera de meditación, en esta ocasión una meditación informal aplicada a tu día a día.  

Si te animas a probar este pequeño ritual, o descubres alguna otra actividad que te ayuda en esto, por favor, ¡cuéntame!

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