Aunque en un inicio parezca que no puede haber ningún misterio en cómo aplicarse los cosméticos, la verdad es que hay unas pautas con las que le sacarás mucho más partido a tus cremas. Si cada día abres tu neceser y te quedas mirando todos tus cosméticos sin tener muy claro por dónde empezar, o si te preocupa no estar aprovechando todo el potencial de tus productos por no saber cómo usarlos; si es tu caso, puedes estar tranquilx, porque, después de leer este post, sabrás cómo usar tu “despensa de cosméticos” para lucir una piel bonita y ser la envidia de todxs.

Antes de nada, limpia tu piel

Lo primero que debes tener en cuenta es que los productos siempre, siempre, siempre, deben aplicarse sobre la piel limpia. Y esto sirve para todo tipo de cosmético, incluido el maquillaje.

La mayor parte de las partículas que se adhieren a nuestra piel y forman la suciedad que retiramos a diario, son lipófilas. Esto quiere decir que son más afines a las grasas, al igual que una parte de las cremas y algunos activos. Si no limpias adecuadamente tu piel, esta suciedad forma una película sobre la piel que no permite a los ingredientes activos de los cosméticos atravesarla para entrar en contacto con la piel y ser eficaces.

También es importante que tengas en cuenta que después de limpiar tu piel, deberías usar un producto hidratante o de tratamiento o ambos. Esto es importante porque es así como le devuelves a la piel su confort y su protección.

Por lo tanto, comienza tu rutina con una buena limpieza y recuerda luego usar los productos necesarios para evitar que pueda irritarse a lo largo del tiempo.

La constancia al aplicarse los cosméticos, tu mejor aliada

Lo ideal es que uses los productos de cuidado (hidratación y tratamiento) 2 veces al día, por la mañana y por la tarde/noche. Pero eso no quiere decir que todos los días tengas que echarte mil cremas una después de otra. Dependiendo de tus necesidades, gustos y hábitos puedes ir combinando y alternando productos, o seguir siempre una rutina básica exprés. Si eres constante, también conseguirás buenos resultados.

Ahora que ya tienes claro que debes cuidarte 2 veces al día, toca ver en qué momento del día hacerlo. Seguramente ya habrás escuchado que lo recomendable es por la mañana, al levantarse y por la tarde/noche. Y es verdad, peeeero, por la tarde/noche… ¿eso qué significa exactamente? Lo más habitual cuando oímos esto, y lo que acabamos haciendo la mayoría, es pensar que justo antes de irse a la cama es el mejor momento. Sin embargo, te voy a recomendar que cuando te apliques los productos por la noche, lo hagas un buen rato antes de meterte en la cama.

¿Por qué te digo esto? Al aplicarse los cosméticos, estos tardan un tiempo en ser absorbidos totalmente por la piel. Incluso cuando tu ya no los notas en la superficie de tu piel, gran parte de la crema sigue ahí. Si te vas a la cama justo después de ponerte las cremas, parte de estas se transferirán a la almohada con el roce. Además de ensuciar más la ropa de cama, perderás parte del contenido en activos de la crema.

¿Qué cosmético va antes y cuál va después?

Este es uno de los puntos más importantes que debes tener en cuenta. La textura y composición influye mucho en el orden en el que aplicarse los cosméticos. Por norma general, aunque siempre hay excepciones, los productos con mayor fase grasa, que contienen más aceites, siliconas, mantecas o ceras, son más oclusivos o pueden formar una capa sobre la piel que la protege y aísla del exterior.

Esta capa también hace que algunos ingredientes aplicados a posteriori no lleguen a penetrar lo suficiente a través de la piel. Hay ingredientes y fórmulas en las que esto es precisamente lo que debe lograrse, como en el caso de maquillajes o protectores solares. En estos productos, lo importante es que los ingredientes se mantengan en la superficie de la piel. Sin embargo, en la mayoría de los productos de tratamiento, cierta penetración es deseable y fundamental para su buen funcionamiento.

Por eso, siempre debes aplicar primero los que menos grasa tengan y luego los que más. Normalmente, los de textura más ligera son los que menos grasa tienen y los más densos o ricos de textura, tienen más fase grasa. Una excepción serían los aceites, que aunque son muy líquidos, su composición fundamentalmente lipófila hace que sea mejor dejarlo para las últimas posiciones en el orden de aplicación.

Te dejo este esquema para que te resulte más fácil acordarte del orden correcto:

¿Si me pongo más crema, me hará más efecto? Un mito muy extendido

A veces nos han preguntado cuánta cantidad de crema se debe echar uno idealmente. La verdad es que no hay una respuesta correcta. Va un poco en función de los gustos de cada uno y del tipo de crema.

Lo que si puedo asegurar que no por echarte más cantidad, el cosmético será más efectivo, ni se verán antes los efectos. Básicamente dependerá de las sensaciones que notes en tu piel a medida que te pongas más o menos producto. Hay pieles que al echar mucho producto sienten una sensación más incómoda porque notan “más” la crema y no les gusta. Por eso insistimos en la importancia de escuchar a tu propio cuerpo.

Ojo, esto último no es aplicable a solares. Con los fotoprotectores no hay que ser “tacaño”. Las pruebas de SPF están hechas con una cantidad considerable de crema; así que cuando vayas a la playa o a la piscina, ¡¡no te cortes y échate una buena cantidad!!

Esperamos que este post haya resuelto todas tus dudas y que a partir de ahora no haya cosmético que se te resista. Y si quieres seguir convirtiéndote en expertx en tu propia piel, suscríbete a nuestra newsletter y no te pierdas nada