Hoy en día hay cosméticos capilares para casi todas las situaciones concretas. Sin embargo, para conseguir un resultado óptimo, es esencial que aprendas a cómo identificar tu tipo de cabello correctamente.
Y esto, no sólo es muy importante para saber escoger el producto indicado para tu cabello concreto, sino que es fundamental para poder entender qué tipo de producto necesitas en cada momento independientemente de que lo ponga o no su etiqueta.
Qué debes saber antes de explicar cómo identificar tu tipo de cabello
Lo primero que tienes que tener claro es que el pelo se divide en dos partes. La que se encuentra por dentro de la piel (el folículo piloso) y la que se encuentra fuera de la piel (el tallo). Todo lo que se encuentra fuera de la piel está formado por células muertas. Es lo mismo que pasa con la capa más superficial de la piel.
¿Y por qué te digo que es importante que tengas esto claro? Pues porque así entenderás fácilmente que el tallo del pelo, es decir, el cabello que tú ves, no puede regenerarse por sí mismo una vez que ya está dañado. Es una estructura queratinizada y muerta que no tiene posibilidad de auto-regeneración. La única manera que tiene es creciendo de nuevo desde el folículo. Por eso, será tan importante que protejas y cuides tu cabello, para no llegar a esta situación.
Sin embargo, si ya te encuentras con este problema, no te desesperes. Con productos adecuados puedes llegar a corregir temporalmente estos daños mimetizando o sustituyendo los mecanismos propios del cabello. Eso sí, mientras tanto, cuida del “pelo nuevo” que va creciendo para no volver a encontrarte en la misma situación en el futuro.
Entonces, ¿esto significa que no puedo hacer nada por mejorar lo que pasa dentro de la piel? No, eso no es del todo cierto. Es verdad que no vas a poder influir en ciertas cosas que vienen más o menos determinadas por genética o que están regulados por factores hormonales o neurotransmisores. Pero eso no quiere decir que no puedas hacer nada de nada. Siempre hay maneras de mejorar ciertos mecanismos: a través de una correcta alimentación y un estilo de vida saludable se pueden mejorar muchas cosas.
Ya sabes que en Unavida siempre, pero siempre, siempre, te vamos a animar a que cuides de la salud de tu cuerpo para conseguir estar mejor y que el resultado sea una piel, o en este caso, un cabello más sano y bonito. ¡Y esta vez no va a ser distinto!
No obstante, en esta ocasión me voy a centrar en que entiendas tu pelo y en el cuidado cosmético del tallo del cabello; para que puedas identificar tu tipo de cabello. Pero si te interesa el tema, háznoslo saber y preparemos más info específica sobre esto.
Para identificar tu tipo de cabello debes conoces su estructura
El tallo de tu cabello está formado por varias regiones de dentro a fuera en forma circular:
- La médula: muchas veces casi inexistente y poco importante para lo que te estoy explicando hoy.
- La corteza está formada por distintos tipos de queratina. Es la parte principal de la fibra capilar y forma el grueso del cabello. Aquí, van a influir dos cosas principalmente. Por un lado, lo grande o gruesa que sea esta corteza y, por otro lado, el tipo de queratinas que tenga, fundamentalmente la cantidad de azufre que contenga.
- La cutícula: es una capa de células en forma de escamas unidas solo por un extremo a la corteza. Forman una estructura similar a las tejas de un tejado.
- La epicutícula: es un recubrimiento lipídico en la parte más exterior del cabello. Forma una película hidrofóbica que protege al cabello de ciertas agresiones y de la humedad excesiva. Aquí abunda una sustancia llamada 18-MEA (Ácido 18-Metil Eicosanoico).
Cómo influye cada parte para saber identificar tu tipo de cabello
Para entender qué tipo de pelo tienes y qué significa esto, debes fijarte en varias cosas:
- El estado de tu cutícula. En su estado ideal, estas células se encuentran pegadas a la corteza, dando un aspecto suave y permitiendo que la luz se refleje dando brillo al cabello. Dependiendo del número de capas de escamas o tejas que tengas tu pelo será más o menos frágil y fácil de dañar. Pero no solo por la propia naturaleza de tu cabello puedes tener problemas en esta parte del pelo. También hay muchas situaciones o agresiones que pueden afectar a esta estructura dañándola y haciendo que se abran y separen por un extremo estas capas. Algunos ejemplos pueden ser los productos muy agresivos como ciertos tintes fuertes, productos de alisado extremo, potentes y continuas fuentes de calor, etc. ¿Cómo y para qué saber si viene de fuentes externas o por naturaleza propia? Empecemos por el cómo: si siempre tuviste el pelo bastante frágil es muy probable que tengas menos capas de tejas en la cutícula de forma natural. Sin embargo, si de normal no lo tenías frágil pero ahora lo notas un poco más delicado y sobre todo, empieza a estar menos brillante, fácil de peinar y comienza a encresparse; eso significa que esta zona se ha visto dañada a posteriori. No es que tus capas se hayan perdido, sino que se muestran dañadas y abiertas. El por qué debes saber identificar la causa es sencillo. Si te vienen de naturaleza tienes que prestar atención a este punto en tus cuidados diarios siempre. Si es por daño grave, deberás solucionarlo mientras crece el pelo nuevo, pero también usar productos que protejan a este último. Con el tiempo, solo protegiéndolo serás capaz de mantenerlo mejor.
- El estado de tu corteza. La pérdida o rotura de ciertas queratinas, junto a la pérdida de enlaces disulfuro, pueden acarrear modificaciones en la estructura natural del pelo. Esto significa que tenderá a perder parte de la manejabilidad y la forma habitual. Es decir, si tu cabello es liso, tenderá algo más a ondularse en ciertas áreas. Y si tu cabello es más rizado, no conseguirás rizos tan definidos. También afecta mucho a lo quebradizo que se presente. Aquí, necesitas productos muy específicos capaces de rellenar los huecos dejados por las proteínas perdidas y re-establecer en lo posible la cisteína y los enlaces disulfuro. Sin embargo, si has sufrido daños en esta parte del cabello, es seguro que tu epicutícula y tu cutícula también estén dañadas.
- El estado de tu epicutícula. Este recubrimiento hidrófobo ofrece una capa de protección. Además, también actúa como lubricante disminuyendo la fricción y el roce entre fibras capilares y mejora la calidad del cabello en condiciones adversas, ya que lo mantiene más aislado. Por eso, si ves que tu cabello se eriza y aparece frizz mucho más de lo habitual, tendrás que prestar atención a esta parte.
Desde Unavida qué podemos ofrecerte
Como ya te he anticipado antes, mi recomendación es que sigas una doble estrategia en el cuidado de tu pelo. Para ello no solo debes usar productos que te ayudan a “corregir” la situación actual del cabello. Sino que también será fundamental que empieces a proteger tanto al cabello más largo como al nuevo que va creciendo para minimizar daños a futuro.
¿Y cómo podrías conseguirlo? Para la protección y mantenimiento en buen estado del pelo no dañado te recomiendo el uso del champú sólido Serenity cada vez que te laves el cabello. Su fórmula está diseñada para proteger las capas más superficiales de la cutícula y el recubrimiento hidrofóbico de la epicutícula. Así, las sustancias y situaciones que puedan agredir a tu cabello tendrán más complicado el acceso a las capas más profundas.
Por otro lado, si ya presentas una serie de daños o quieres corregir ciertas características que ya tiene de manera natural tu pelo, te recomiendo el uso del acondicionador sólido Zero Drama. Su nombre, ya es toda una declaración de intenciones. Y además, hace poco ha sido galardonado como mejor novedad Eco de e-commerce para este 2023. Con él corregirás la suavidad, la facilidad de peinado, mantendrás mejor la estructura de tu cabello y por tanto mejorará la manejabilidad en distintas condiciones climáticas. Además, se verá más brillante. Dependiendo de la intensidad del daño a corregir, o de la naturaleza de tu pelo (más o menos quebradizo o su capacidad para enredarse fácilmente) podrás usarlo cada pocos lavados o en todos ellos. También puedes utilizarlo puntualmente como si fuera una mascarilla aplicando más producto y dejándolo actuar más tiempo.
Si ya tienes daños mucho más profundos, entonces deberás buscar un producto muy especializado para lo que necesitas conseguir. Eso, recuerda combinarlo con productos de protección a futuro.