Seguro que en los últimos años has visto cada vez más etiquetas y anuncios de cosméticos que indican que es libre de algo o free from cualquier cosa: parabenos, siliconas, químicos, tóxicos, gluten, crueldad animal… La lista es tan larga que podría ocupar la extensión de todo este post.
En algunos de ellos hay tantos “sin” y tan poca información de qué vas a conseguir con ese producto que muchas veces parece que vas a comprar poco más que agua. En Unavida creemos que hay que poner el peso en informar sobre lo que tiene realmente el producto y sobre lo que vas a poder conseguir, en vez de dar una larga lista de cosas que no tiene.
Hoy, quería hablarte sobre la realidad de estas prácticas y reivindicaciones, para que tengas toda la información y puedas tomar una decisión basada en datos reales.
¿Qué dice la legislación sobre la cosmética libre de o free from?
En Europa, los cosméticos están regulados por el Reglamento (EC) N° 1223/2009. Este documento consta de más de 390 páginas y, entre otra mucha información, incluye listados de sustancias prohibidas para uso en cosméticos, así como sustancias que deben cumplir unos requisitos y concentraciones máximas y usos para poder incluirse. Además, este reglamento es un documento que se actualiza cada poco tiempo (hablamos de pocos meses), según las conclusiones del panel experto de la Unión Europea a la vista de los resultados de últimos estudios, pruebas y evaluaciones de los distintos posibles ingredientes.
Pero para el caso concreto de las reivindicaciones, en 2017 publicaron un documento técnico para sentar las bases de lo que se podía o no se podía decir y bajo qué circunstancias. De hecho, en el anexo III de ese documento se habla sobre los claims de cosmética libre de o free from.
Ejemplos de reivindicaciones o frases que prohíbe la legislación
Te voy a poner una serie de ejemplos que aparecen en el manual técnico y por qué está o no permitido su uso.
- No puedes poner que el producto está libre de un ingrediente que no está permitido para ese tipo de productos cosméticos. Por ejemplo: para una crema que se venda a público general (que no sea de uso profesional exclusivamente) nunca le podrás poner en el etiquetado que no lleva Hidroquinona, porque está prohibido añadirlo en cosméticos de uso para el consumidor y ninguno del mercado legal lo llevará.
- Tampoco podrías poner libre de perfume en un cosmético que lleve aceites esenciales. ¿Por qué? Pues porque, aunque ese aceite esencial pueda tener más funciones sobre la piel o el producto, también actúa y se usa habitualmente como ingrediente de fragancias. No sería honesto decir que no lleva perfume cuando en realidad lleva un ingrediente que se usa para crear dichos perfumes. Además, ahí también hace creer que el producto será mejor porque se sabe que los perfumes puedes ser irritantes o producir alergias, pero los aceites esenciales también son conocidos por ese mismo tipo de reacciones.
- Tampoco pueden usarse cuando impliquen una denigración a algún ingrediente que ha sido evaluado por el panel de expertos y considerado seguro bajo ciertas condiciones de uso. Casi todos los claims de “libre de” de hoy en día caerían en este supuesto. Algunos ejemplos serían: libre de siliconas, libre de fenoxietanol, o libre de parabenos. En este último caso me gustaría aclarar que muchos parabenos ya están prohibidos desde hace tiempo para su uso en cosméticos y que solo quedan unos pocos permitidos, para los que se ha demostrado su seguridad.
¿Qué reivindicaciones para cosmética libre de o free from si estarían permitidas?
Aunque no lo parezca, hay casos en los que sí se puede poner alguno de estos claims. Todos aquellos que den información útil para un segmento o colectivo concreto de la sociedad para los que vayan destinados. Sí, se que esto es muy genérico y lioso, por eso te voy a pone unos ejemplos para que te resulte más claro.
¿Qué claim se podría poner en un cosmético referente a que sea libre de algo o free from? Un ejemplo podría ser un colutorio o enjuague bucal destinado a toda la familia (incluidos niños pequeños) que lleve la información de libre de alcohol.
Otro ejemplo sería productos destinados a veganos que vengan identificados con la alegación libre de ingredientes de origen animal. Y otro podría ser en quitaesmaltes, añadir en el etiquetado libre de acetona. ¿Por qué estaría permitido este último? Pues porque la acetona tiene un olor muy fuerte y hay muchos consumidores a los que no les gusta. En ese caso, sí se podría poner porque aplica a una característica organoléptica o sensorial.
Algunas reflexiones para pensar sobre las marcas de cosmética free from
La mayoría de las marcas basadas en las reivindicaciones free from o libres de tienen una cosa en común. Solo se ocupan del marketing de los productos. No tienen científicos entre sus empleados y no formulan sus propios productos. Curioso, ¿verdad? Esto me hace pensar si será posible que sólo los expertos en marketing hayan encontrado la verdad absoluta sobre la seguridad de ciertos ingredientes. Y también me hace reflexionar sobre cómo han llegado a la conclusión de que todo lo químico es malo y todo lo natural es bueno. Sobre todo, teniendo en cuenta que en propio reglamento hay sustancias de origen natural prohibidas o limitadas a trazas muy pequeñas porque se ha visto que de otra manera podrían ser perjudiciales.
No cumplir la legislación o elegir qué cosas cumplir y qué cosas no, nunca debería ser el camino. Sobre todo, cuando realmente hay otras opciones. La regulación da herramientas y permite poder en “duda” la seguridad de algún ingrediente y que los expertos tengan que evaluarlo. Eso sí, esto debe hacerse con información científica de relevancia de la mano.
Pero como consumidor, no estás desprotegido. Entender el etiquetado no siempre es sencillo, por eso los laboratorios estamos obligados a darte toda la información que se precise siempre que no ponga en riesgo información propia del savoir faire de la marca, propiedad intelectual o secreto comercial. Vamos, que no puedes pedir que te den la fórmula que lleva, pero si puedes preguntar que te aclaren si lleva este ingrediente o aquel, si han tenido antecedentes de reacciones o cosas similares. Y si te ha gustado este post y quieres seguir leyendo de cosmética consciente y honesta, apúntate a nuestra newsletter aquí.