Cuántos tipos de piel hay y cuáles son

Recibimos muchas consultas preguntándonos sobre cuántos tipos de piel hay y cuáles son. Por desgracia, decir que hay 3 o 4 tipos de piel realmente es una afirmación muy generalista. Cada piel es única. No hay 2 pieles que sean totalmente iguales, cuyas células siempre se comporten igual y tengan los mismos puntos fuertes y débiles. Le pasa lo mismo que a las huellas dactilares, que ni siquiera los gemelos tienen las mismas.

Sin embargo, la piel no deja de ser piel. Todas, sea cual sea su origen, sexo o edad, tienen las mismas estructuras, las mismas funciones y los mismos mecanismos. Entonces, ¿en qué se diferencia una piel de otra?

Tipos de piel… ¿en función de qué?

Seguro que has oído en multitud de ocasiones que hay 4 tipos de piel: seca, grasa, mixta o normal. ¿Es esto cierto? La respuesta por desgracia es, como de costumbre, sí y no.

La piel puede clasificarse en función de muchos aspectos y la afirmación anterior está basada en la clasificación más extendida. Esta, separa la piel en función de la cantidad de sebo (grasa) que produce habitualmente o en un momento dado.

Espera, espera… ¿en un momento dado? ¿Qué pasa, que mi piel no siempre va a generar la misma cantidad de grasa en todo momento? Exacto, no siempre tiene por qué generar la misma cantidad. Los factores externos, como el clima o la polución y los aspectos internos como cambios hormonales o la alimentación pueden cambiar su estado. No serán cambios drásticos, no se pasará de una piel hiper seca a otra llena de brillos; pero si habrá cambios relativamente sustanciales.

Esto hace que identificar tu tipo de piel, no siempre sea tan fácil como nos gustaría y, por lo tanto, tampoco el tipo de cosmético ideal para ti. Además, no solo la cantidad de grasa influye en la elección de un producto. El estado de la epidermis (las capas superiores) tiene mucho que ver en esto y en el aspecto final de tu piel.

El problema es que tradicionalmente se ha querido simplificar demasiado algo que no es para nada sencillo. En muchas ocasiones, nos han hecho creer que una piel seca, tiene pocos lípidos intercelulares y será sensible. O que una piel grasa es muy resistente a todo. Pero esto no siempre es así.

La hidratación no viene marcada por estos tipos de piel

Normalmente asociamos cada tipo de piel con un grado de hidratación (cantidad de agua). Parece lógico, sobre todo por los nombres, pensar que a una piel seca le debe faltar agua… pero esto no tiene por qué ser así obligatoriamente. De hecho, muchísimas pieles grasas, tienen falta de hidratación habitualmente.

La cantidad de sebo que produce una piel hace que haya más o menos grasa en su superficie. Esto puede influir en ciertas sustancias relacionadas con la hidratación que ayudan a retener mejor el agua, pero no son determinantes. Tu piel actúa como un conjunto, no son estructuras independientes donde cada una haga una cosa, sino que está todo íntimamente relacionado. Por ejemplo, en la cantidad de agua interviene mucho la calidad de nuestro cemento lipídico.

En las capas superiores de la piel hay muchas células unas junto a otras formando una barrera de protección y entre esas células se encuentra el llamado cemento lípido, compuesto, entre otras cosas por ceramidas, ácidos grasos y colesterol. Estas sustancias las crean las propias células que están alrededor de este cemento, pero no vienen del sebo de la piel. Por lo tanto, será más o menos independiente la cantidad de sebo con la calidad de tu cemento.

Entonces, ¿para qué sirve saber si mi piel es seca o grasa?

Es positivo conocer tu tipo de piel en función de la grasa que genera a la hora de comprar un producto cosmético. Si tu piel es mixta o grasa, en general, te irán mejor productos más ligeros. Si tu piel es seca, aceptará cualquier textura cosmética, aunque quizás te resulte más agradable aquellas un poco más untuosas. Y si tu piel, de manera natural, sin tratar, es normal, ¡tienes muchísima suerte! es bastante poco frecuente. En este caso tu piel aceptará bastante bien casi cualquier producto, salvo que sean muy muy untuosos.

Puede ser un buen primer paso en el camino de convertirte en expertx de tu propia piel. Así que, estate atentx y pon atención de vez en cuando a la cantidad de brillos que tiene tu piel, si tiene una capita “grasosa” constante y lo suave que está, para determinar qué tipo de piel tienes habitualmente, cuando te la cuidas, cuando no y qué factores la pueden afectar.

Mientras, desde Unavida, te iremos informando de todo lo que tienes que saber para identificar y cuidar tu piel sea del tipo que sea en cualquier momento. Si quieres estar a la última y no perderte nada, no olvides suscribirte a nuestra newsletter para recibir toda esta info. ¡Te esperamos!