La hidratación es un tema que genera muchas dudas a la mayoría de las personas. Y es que hay términos relacionados con la hidratación que, en muchas ocasiones, se usan indistintamente al hablar del cuidado de la piel, como puede ser la nutrición. Sin embargo, aunque guardan cierta relación, en realidad se refieren a cosas distintas. ¿Quieres saber qué es la hidratación? ¿No sabes cuál es el mejor método para hidratar tu piel?
Antes de empezar, quería comentarte que estos dos conceptos no son los únicos que muchas veces causan conflictos en la mente de muchas personas. Porque cuando se añade el concepto de piel seca y te digo que tampoco es lo mismo que piel deshidratada o con falta de agua… ¡booom!
¿Qué es la hidratación de la piel?
La hidratación hace referencia a la cantidad de agua que tiene la piel. Es fundamental mantener una cantidad mínima de agua para que todo funcione correctamente. Esta retención de agua se lleva a cabo sobre todo en las capas superiores de la epidermis. Esto se consigue gracias a la correcta disposición de las células y el cemento lipídico y gracias al factor natural de hidratación (NMF).
Entonces, puedes tener menos agua de la óptima porque la estructura de tu barrera esté dañada, porque haya menos cantidad de NMF o por ambos motivos.
Estrategias que pueden seguir las cremas hidratantes para ser eficaces
De una manera muy general, existen 2 posibles estrategias en la eficacia de una hidratante:
- Evitar que se “escape” el agua. Esto puede conseguirse de varias maneras: mediante sustancias que la mantengan retenidas (sustancias higroscópicas), mediante sustancias similares al NMF o mediante sustancias oclusivas / semioclusivas. Algunos ejemplos de NMF son la urea y derivados del ácido láctico; para sustancias higroscópicas serían la glicerina, propanediol o sorbitol. Como sustancias semi-oclusivas serían glyceryl stearate, beeswax, paraffin, ciertas siliconas…
- Ayudar a la piel a que mantenga correctamente su función barrera: otros ingredientes que ayudan a la correcta formación de las capas por partes de la piel. Uno de los que más se habla a día de hoy es la Niacinamida.
Desde Unavida optamos por una estrategia combinada para optimizar los resultados.
¿Y si a mi piel le falta agua… no bastaría con darme un baño largo?
Esta es una duda muy común. Y la respuesta es muy sencilla, un gran y rotundo NO. Sumergirse en agua no hidrata, más bien casi al contrario. Si estás durante mucho tiempo en agua, sobre todo si es caliente, podrá perderse parte de las sustancias del NMF y reblandecerse los lípidos y membranas celulares, cambiando transitoriamente su organización y haciendo que se pueda perder todavía más agua en las horas posteriores.
Lo mismo pasa con las duchas muy frecuentes, muy largas o con agua muy caliente.
¿Has oído que el ácido hialurónico es lo mejor para hidratar y ya no quieres otra cosa?
El ácido hialurónico ayuda mucho en la hidratación de la piel. ¿Cuántas veces has podido leer esto? Pero… ¿es verdad? La respuesta es un sí a medias. Las moléculas de ácido hialurónico son capaces de unirse al agua y por lo tanto lo retiene más en la piel y hace que sea más difícil su evaporación. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que tu barrera está dañada y sigue teniendo la posibilidad de perderse más agua de la que debería, entre otros problemas que puede causar una barrera dañada. Además, esa agua retenida se situará en las capas más superficiales del estrato córneo, pero la pérdida transepidérmica de agua sucede a lo largo de toda la epidermis; por lo tanto, es posible que, aunque menor, siga habiendo un déficit en ciertas zonas si usas cremas cuya actividad se centre exclusivamente en la forma de actuar de este ingrediente.
Pero entonces, ¿eso significa que el ácido hialurónico en realidad no es bueno, no aporta nada? No. Este ingrediente sí ofrece grandes beneficios para el cuidado de la piel. Simplemente, tienes que tener en cuenta que un producto únicamente basado en sus propiedades, no será tan interesante si estás intentando tener una piel que sea funcional por sí misma. Lo ideal es combinarlo con otros ingredientes orientados a ayudar a la piel a restaurar su función barrera.
¿Qué tienes que tener en cuenta para la hidratación de tu piel?
Hidratar es mucho más que dar agua a la piel. La buena hidratación solo se consigue haciendo que la piel esté en óptimas condiciones para perder poca cantidad de agua y que sea capaz de retenerla por si misma. Lo ideal es afrontar la deshidratación desde varias estrategias: con sustancias higroscópicas que retengan la propia de la piel, con derivados del factor natural de hidratación para llevar esa agua a otras zonas también necesarias y cuidando la estructura de las capas superiores. ¿Y tú, ya has probado cremas hidratantes multifunción? ¿Qué te han parecido? Me encantará leerte en comentarios.