¿Crees que puedes tener problemas de piel sensible? Descuida, no eres la única persona a la que le pasa. Cada vez me encuentro a más gente que les da miedo probar cosméticos nuevos porque tienen la piel sensible y les preocupa que no les vaya bien y pueda irritar su piel. Y es que cada vez son más los que sufren de manera constante u ocasional de piel sensible. Pero, ¿la piel sensible es un tipo de piel?, ¿puede aparecer solo en ciertas ocasiones?, ¿qué precauciones debes tener? Hoy contesto a todas esas dudas y a muchas más.
Conceptos básicos
Es cierto que tener piel sensible o intolerante no es algo grave. Tu vida no está en peligro, ni tu salud se verá fuertemente afectada en el corto plazo. Sin embargo, hay muchos estudios que demuestras que afecta, y mucho, a la calidad de vida de las personas que la sufren. Y esto es algo muy importante, porque solo tenemos una vida y hay que cuidarla y disfrutarla.
Pero empecemos por el principio: ¿qué significa tener la piel sensible? La verdad es que es un tema bastante complicado. Con el tiempo han propuesto muchas definiciones y ninguna acaba de cuadrar al 100% con el problema que sufre alguien con sensibilidad.
Sí que puedo aclararte que la piel sensible no es un tipo de piel como tal, sino más bien una condición. ¿Y esto qué quiere decir? Entre otras cosas que sea cual sea tu tipo de piel (seca, grasa, mixta…) puedes sufrir sensibilidad cutánea. También implica que puede aparecer a la vez, o no, que otras afecciones de la piel de forma independiente como la rosácea o el acné. Puedes notarla solo en ciertas partes del cuerpo o del rostro, o que sea más generalizado y reaccionar con ciertos estímulos, pero con otros no. O incluso a veces sí y a veces no con el mismo estímulo. Vamos… un auténtico jaleo.
¿Qué ocurre en mi piel cuando la tengo sensible?
Entonces… ¿qué es tener la piel sensible? Significa que en ese momento dado y en una zona del cuerpo específica, aparece en tu piel una condición de hiperreactividad que puede provocar una gran variedad de signos y síntomas, muchos de ellos subjetivos (tú los notas, pero nadie los puede ver, como picor, escozor o sensación de tirantez).
Aunque es un proceso complejo y que cada unx sentimos de una manera, hay una serie de características que se presentan siempre o con mucha frecuencia:
- Función barrera de la piel dañada. La estructura de las capas superiores se desregula y el cemento lipídico se altera.
- Aumento de la penetración de sustancias externas. Esto es consecuencia del primer punto porque al estar dañada la barrera protectora, cualquier cosa tiene un mayor acceso a la piel.
- Como consecuencia de esto último, el sistema inmune está más activo. Lo que, aunque parezca bueno, en este caso no lo es. Se produce una situación de micro-inflamación crónica que poco a poco va dañando todas las estructuras y células de tu piel.
- Piel menos resistente a las bases. Una base es lo contrario a un ácido y depende del pH. Seguramente habrás leído o escuchado en alguna parte que el pH de la piel es alrededor de 5.5. En realidad, es algo más bajo, pero para esto no tiene importancia. Este valor es ligeramente ácido y cuando se tiene piel sensible, este pH se desregula y, además, se vuelve menos resistente a los cambios de pH.
- Mayor estimulación neurosensorial, más sensibilidad al dolor y otras sensaciones de irritación.
- Hiperreacción de los vasos sanguíneos de la piel que afectan a su capacidad de dilatación y contracción, causando una vasodilatación excesiva.
Además, todas se caracterizan por un patrón de inflamación alterado, al generar la propia piel demasiadas sustancias pro-inflamatorias y radicales libres.
¿Y esto qué produce en tu piel?
Bueno, después de este rollo que te he contado, viene la parte realmente interesante. ¿Todo esto es tan horroroso como suena? ¿Tanto “mal” me va a hacer en mi piel?
Todo esto te puede causar sensación de irritación, enrojecimiento, ardor o sensación de tirantez. A veces puede llegar a ser muy escandaloso con escozor y bastantes rojeces, otras veces algo ligero como una tenue sensación de tirantez o cosquilleo. Además, tu piel se verá apagada y áspera. Notarás más deshidratación, pero no necesariamente menos cantidad de grasa (eso va aparte). Tu umbral de tolerancia será menor y, si esta situación continua durante mucho tiempo, es posible que cada vez sea peor y requiera más cuidados.
Consejos en caso de piel sensible
Si ahora mismo tienes la piel sensible modo on, leer esto te vendrá bien. Lo primero que tienes que tener en cuenta es disminuir al máximo posible la cantidad de “cosas” en tu piel que pueden desencadenar o aumentar una sensibilidad o irritación.
Como estamos hablando de cosmética, en tus productos de cuidado y de tratamiento será mejor que intentes evitar sustancias como los alérgenos (muy presentes en aceites esenciales y fragancias naturales) como el linalool o hexyl cinnamal y el alcohol. Esto no quiere decir que todo producto que lleve estos ingredientes te vaya a causar mal, porque depende de muchos factores y no solo de su presencia. Pero por norma general, será mejor para tu piel.
Además, te recomiendo que evites los exfoliantes físicos mecánicos y por supuesto los químicos que sean muy fuertes. Sí podrían irte bien los químicos que sean muy suaves o los enzimáticos.
Limpieza
En la limpieza tendrás que tener mucho cuidado, ya que de por sí, es un paso que puede llegar a ser un poco agresivo para la piel. Evita aquellos formulados con fuertes tensioactivos como el lauril sulfato sódico y aquellos que tengan un pH elevado como los jabones naturales hechos por saponificación. También debes recordar no usar agua demasiado caliente, esto le vendrá fatal, pero fatal, fatal a tu piel.
¿Qué te aconsejo usar para la limpieza de tu rostro? Un jabón sin jabón o pan dermatológico con pH cercano al de la piel. En Unavida tenemos uno, llamado Supermoon, con un 87% de ingredientes de origen natural y con un pH cercano a 5, formulado con tensioactivos muy suaves. Creo que es de las mejores opciones que puedes elegir para tu piel, de verdad.
Hidratación y tratamiento de la piel del rostro
En cuanto a hidratación y/o tratamiento, te recomiendo que utilices una crema con activos antiinflamatorios (a nivel cosmético siempre) y regeneradores de la función barrera. Algunos ejemplos son bisabolol, vitamina C, niacinamida o ceramidas.
Tienes que evitar el estrés crónico porque está muy relacionado con este tipo de problemas. Relájate y si quieres visita nuestro blog porque te hablamos en muchos posts sobre cómo puedes conseguirlo. Peeeero, con la cosmética también puedes ayudar un poco en este sentido. La piel y la mente están conectadas por el eje cerebro-piel. Es real, eh? Demostrado científicamente, no es un tema de creencia mística. Y ese eje puede modularse desde un cosmético para que el estrés psicológico no afecte tanto tanto a la piel. Nuestras emulsiones faciales, Creamy Cream y Oh La La, están formuladas con un concepto wellaging de bienestar para poder hacer esto, dando un plus a tu tratamiento diario.
Y, por último, lo que sí o sí tienes que hacer es ser constante. Es la única manera de que funcione un producto. Me encantaría poder decirte que te dieras una cosa una única vez y que todos tus problemas desaparecerían, pero te estaría mintiendo… eso no existe.
Espero sinceramente que te haya resultado interesante este post y, sobre todo, que pueda ayudarte a entender mejor tu piel y cómo cuidarla. Estaré encantada de leer cualquier duda o comentario que quieras compartir con la comunidad de Unavida.