Es un hecho que los rituales pueden llegar a ser muy poderosos. Pero tranquilx, no estoy hablando de cosas esotéricas o de magia. Me refiero a ritual como un acto repetido invariablemente y que te hace algún tipo de bien. Por eso, hoy te propongo no solo que crees tu propio ritual de meditación que te ayude a relajarte; sino que, además, adecues un espacio para llevar a cabo esta actividad.
Crear un rincón zen en casa y decorarlo de manera que te sientas cómodx y te invite a usarlo, te ayudará a crear una experiencia placentera que te facilitará incluir la meditación en tu rutina diaria. Hoy te cuento cómo y por qué puede ayudarte tener tu propio rincón zen en casa.
Por qué es importante tener tu oasis de relajación y autocuidado
Hoy en día, el ritmo de vida que seguimos la mayoría de nosotros nos provoca una gran cantidad de estrés y malestar emocional. Por eso, cada día somos más los adeptos al yoga, al mindfulness y a la meditación. Estas disciplinas y herramientas milenarias se centran en buscar el equilibrio entre tu mente y el resto de tu cuerpo. Y cuanto más te acerques al equilibrio, más estarás incrementando tu bienestar general.
Ya te he hablado en varias ocasiones de la importancia y las virtudes de practicar el “aquí y el ahora”. Y una de las mejores herramientas para conseguir acallar esa vocecita de la cabeza, que no deja de preocuparse por lo que pueda pasar o lo que ya pasó y no puedes cambiar, es a través del mindfulness y la meditación.
Aquí surge el primer problema. Y es que no es algo instintivo que nos nazca de dentro. La biología humana hace que tu cerebro esté constantemente pensando. Y eso no lo puedes cambiar. Lo que si puedes cambiar es tu reacción a esos pensamientos. Puedes quedarte “enganchadx” a ellos, rumiando, desarrollándolos cada vez más y generando estrés y ansiedad; o puedes dejarlos ir sin aferrarte a ellos, centrándote en las cosas que haces en cada momento. Es decir, practicando la atención plena a cada actividad. Esto precisamente es lo que se puede conseguir a través de la práctica continuada de la meditación.
Se que no es sencillo comenzar a meditar. Intentas poner la mente en blanco, cosa que nunca va a pasar porque no es el objetivo de la meditación. Te estresas porque no puedes y piensas cada vez más. A veces te aburres y la mente se te va a otras cosas más divertidas. O simplemente eres incapaz de concentrarte.
Por eso, hoy te traigo este consejo que, a mí personalmente, me ayudó mucho en mis primeras etapas de la meditación: crear mi propio rincón zen en mi casa.
Primeros pasos para meditar asiduamente
Seguramente no sepas por donde empezar. Y es que ponerse en marcha es la parte más difícil de casi cualquier actividad. Sin embargo, crear tu propio espacio personal ideado para la meditación y para que te dediques algo de tiempo a ti, a tu relajación y autocuidado, es más sencillo de lo que parece. Simplemente necesitas incluir unos pequeños detalles que te ayuden a crear una atmósfera agradable y especial, casi mágica.
Para ello, tienes que pensar en cosas que te puedan ayudar a concentrarte y mantenerte centrado en una actividad, sea la que sea. Te voy a poner algunos ejemplos que a mi me sirvieron para que te sirvan de inspiración. Pero es importante que los adecues a tu persona y a tus gustos, porque cada unx funcionamos de una manera distinta.
Cojines al suelo
Lo ideal sería usar un zafú (una especie de cojín redondo especialmente diseñado para la meditación) y un zabutón (algo parecido a una colchoneta que se pone debajo del zafú). Estos elementos hacen que la típica posición de meditación con las piernas cruzadas sea mucho más cómoda si tu elasticidad no es excelente. Sin embargo, el uso de estos cojines no es imprescindible. De hecho, de primeras no te lo recomendaría tampoco. Antes de gastarte dinero en esto (no son especialmente económicos) es mejor que cojas el hábito y un poco de práctica en meditar.
La alternativa al zafú y el zabutón pueden ser mantas y cojines gorditos colocados estratégicamente en el suelo o incluso una silla o butaca que te resulte especialmente cómodo. También tienes que tener en cuenta que al principio deberás experimentar con distintas posiciones y formas de meditar hasta que encuentres la que mejor se adapte a ti. Así que es mejor que empieces con poco y cuando vayas descubriendo tus preferencias ya adecues más tu rincón poco a poco.
Luz tenue, velas y crea ambiente
Una iluminación adecuada también te puede ayudar a crear ese entorno ideal para que tu mente y tu cuerpo se entreguen a un estado de bienestar. Y para conseguirlo, las velas pueden ser una fantástica opción. Te aconsejo que las coloques agrupadas en una bandeja o diseminadas por el suelo o una mesita auxiliar baja en portavelas, vasitos o tarritos. Así, además de la luz tenue y el efecto relajante que produce ver la llama a través de un cristal, estarás decorando de una manera sencilla y preciosa el interior de tu casa.
Aunque lo ideal es que la luz de tu rincón zen de casa sea tenue, no necesariamente tiene que obtenerse a través de velas. Otra opción es usar una lamparita de luz cálida. Si crees que da demasiada potencia de luz, siempre puedes rebajar la intensidad con un pañuelo fino. Pero cuidado, aquí tienes que extremar las precauciones y asegurarte de que siempre queda lejos de la fuente de calor (la bombilla) para evitar accidente que hagan que tu momento de relax se convierta en algo muy estresante e incluso peligroso. Otra opción es utilizar la luz natural del exterior a través de una cortina fina que permita atravesar los rayos.
Elementos deco inspiracionales para tu rincón zen de casa
Este paso ya es tremendamente subjetivo, pero es recomendable incluir elementos que a ti te ayuden a concentrarte y a mantenerte en un nivel de relajación continuado. Muchas veces las flores, plantas o elementos naturales como la madera o el agua pueden ayudar. Otras personas prefieren incluir mandalas o jardines zen japoneses. Estos elementos de decoración además te pueden ayudar a hacer acciones repetitivas, mecánicas y minuciosas; que no requieren pensar de manera activa mientras se hacen, pero si te ayudan, y mucho, a concentrarte.
Otra forma puede ser incluir figuritas de buda, piedras o incluso animales que recuerden aspectos orientales. Como tu cerebro asocia todo esto con la meditación, el budismo y esta filosofía zen, estará más predispuesto a seguir tu ritual y mantenerse relajado y concentrado. ¡Benefíciate del espíritu zen! Y sí, a veces es bastante fácil “engañar” al cerebro.
Los olores son muy importantes
El sentido del olfato tiene una gran capacidad de trasladarnos a lugares conocidos y de traernos a la memoria todo tipo de recuerdos. Por eso, es esencial que tengas en cuenta esto para complementar tu rinconcito propio.
Hay muchísimas opciones, desde velas aromáticas o mikados, hasta inciensos. De hecho, yo te propongo esta última opción porque a mi me ayuda mucho. Se que los inciensos en general no tienen buena fama. Pero ya no son lo que probablemente te esté viniendo a la cabeza y casi a la nariz al leer estas líneas. Su desarrollo ha evolucionado muchísimo en los últimos años y ahora puedes encontrar inciensos que no tienen nada que ver ni en potencia ni en fragancia.
Si te interesa, puedes echar un vistazo a los inciensos japoneses Aqua y Shiraume. Toda una auténtica maravilla para los sentidos. Están hechos con una tecnología innovadora que permiten que hagan menos humo que los habituales y tradicionales. Además, su fragancia está diseñada por expertos perfumistas japoneses para conseguir pequeñas obras de arte en cada caja. Aqua, es más fresco y limpio, mientras que Shiraume más dulce y romántico. El complemento ideal para conseguir del autocuidado un hábito constante.
¿Ya estas visualizando ese rincón zen en tu casa para dedicarte tiempo para ti? Recuerda que no es necesario que lo uses durante mucho tiempo seguido. Pero si es muy recomendable utilizarlo a diario, aunque sea tan solo unos pocos minutos. Me encantaría que nos comentes tus ideas para conseguir un lugar súper acogedor para practicar el mindfulness y el autocuidado. Y si lo pones en práctica será un placer que lo compartas con nosotras.