¿Alguna vez te has preguntado cómo está formada la piel o cuáles son sus componentes? No sé si lo sabes, pero la piel es uno de los órganos que componen nuestro cuerpo. Acostumbrados a pensar en algo como el corazón o los riñones cuando se habla de órganos, es difícil imaginar a la piel como algo igual. Pero lo es. De hecho, es el órgano más grande de todo el cuerpo.
La piel recorre toda la superficie de nuestro cuerpo y llega a medir entre 1,5 y 2 metros cuadrados. ¡Casi nada, eh! Y, además, puede pesar 10 kg. Como ves, es muy larga; pero no es muy profunda. Aunque esto depende mucho de la zona del cuerpo, ya que es más o menos ancha dependiendo de la ubicación y la necesidad, y puede ir cambiando dependiendo de otros factores. Aún así, en su mayor espesor no pasa de muy pocos milímetros.
Complejidad – el resumen sobre cómo está formada la piel
La piel tiene una estructura y funcionamiento muy muy complejo. Además, es muy dinámica y está en constante cambio. Todas son iguales, pero a la vez todas son diferentes. ¿Y esto qué significa? Pues que todas tienen la misma estructura, las mismas células y la misma forma de funcionar y de mantener el equilibrio. Pero todas son diferentes porque no todas se encuentran en el mismo estado. No todas tienen las mismas necesidades y no todas tienen igual de activas las mismas rutas, ni se relacionan igual con el medio.
Resumiendo, la piel es un órgano tremendamente complejo, con muchas estructuras y sustancias distintas que trabajan juntas para mantenerse en buen estado y plenamente funcional.
¿Sabías qué, además, el buen estado de la piel no solo depende del estado individual de un tipo de células? Hay algo que todavía lo complica todo un poquito más… y es que las células se comunican entre ellas y lo que le afecta a una zona irá afectando a las zonas de alrededor. En este caso eso se cumple eso de “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
No solo el bienestar de una célula o capa es importante, ya que para alcanzar el equilibrio deben estar todas en buen estado; pero también en buena sintonía entre ellas. Y esta es la clave de una piel sana, funcional y bonita.
Cómo la piel está formada por capas
La piel está formada por una serie de células y estructuras que se distribuyen en tres zonas o capas muy diferenciadas y que seguro ya has oído en otras ocasiones: la epidermis, la dermis y la hipodermis o tejido subcutáneo. Además, entre la epidermis y la dermis existe una cosa llamada la unión dermoepidérmica.
Epidermis
Esta zona de la piel es la más superficial y está en contacto con el medio externo. Es la que podemos ver y tocar. Está formada por finas capas de células que están en constante renovación. Y es la que te va reflejar qué está pasando en toda tu piel.
Si algo le pasa a cualquier zona de este órgano, se acabará reflejando de una manera u otra en la apariencia de la superficie de tu piel. Así que estate muy atentx a las señales que te manda para poder darle a tu piel lo que necesita en cada momento para que esté en el mejor estado.
Unión dermoepidérimica
La unión dermoepidérmica es fundamental en la comunicación y estructura de toda la piel. Es una zona con muchas proteínas que sirven de anclaje y ayudan mucho a mantener la estructura general. También, por otro lado, es la zona que gestiona la comunicación entre las capas. Todo pasa por esta unión o zona transfronteriza.
Dermis
Después de la epidermis si seguimos profundizando en el cuerpo encontramos la dermis. Esta zona en una especie de maraña de fibras de colágeno que le dan robustez a toda la estructura. Y aunque una de sus funciones fundamentales sea estructural, esto no significa que sea una zona inmóvil. Existe una comunicación muy activa entre la dermis y la epidermis y un constante intercambio de proteínas y colágeno.
Hipodermis
La capa más profunda de la piel es la hipodermis o tejido subcutáneo y se encuentra a continuación de la dermis. Antes se pensaba que su única función era almacenar grasa, pero ahora se sabe que su importancia va mucho más allá y está implicada en muchos otros temas, incluido la inmunidad. Además, cuando esta caja se ve dañada o no funciona del todo bien, influye muchísimo en ciertos aspectos como la firmeza.
¿Cómo puedes cuidar tu piel después de saber cómo está formada?
Es muy importante cuidar tu piel para que esté sana y pueda mantenerse bien por ella misma. Para esto, no solo las células y capas separadas deben estar bien, sino que las señales que se envíen unas a otras deben ser las correctas.
Y para conseguir todo esto debes seguir una estrategia global en tu cuidado para conseguir el bienestar completo de tu piel. ¿Esto qué quiere decir? Que debes cuidar tu piel con cremas, sí; pero que, si solo haces eso y descuidas todo el resto, no será suficiente. Por eso, aunque tu preocupación sean solo las manchas, por ejemplo, no sirve de nada utilizar un producto que tenga un único activo anti-manchas.
Por eso, desde Unavida insistimos tanto en el cuidado de tu piel con una visión integral, adoptando un estilo de vida más sano y sin olvidarte de cuidar todos los aspectos que pueden añadir papeletas para que surja algún problema y la piel deje de mantenerse en buen estado.
Para eso, semanalmente te damos tips e información que debes tener en cuenta para conseguir alcanzar un mayor bienestar tanto en tu piel, como en tu cuerpo y en tu mente. Y, además, desarrollamos cosméticos que te aportarán mucho para poder conseguir este objetivo y que harán que tu piel esté más bonita.
¿Cómo podemos hacerlo? Porque sabemos de ciencia, de bioquímica y de piel. Y lo aplicamos todo a nuestros productos para que sean capaces de ayudar a tu piel a que realice todos sus procesos como debe hacerlo, para que funcione y se mantenga en buen estado.
Así que, para seguir consiguiendo más información como esta no olvides apuntarte a nuestras novedades. Y también te aconsejo que te pases por nuestra web para que conozcas qué más podemos hacer por ti y por tu piel.