Que no estés en la adolescencia no significa que no puedas tener la piel grasa. De hecho, es mucho más frecuente de lo que imaginas. Por eso, si no sabes cuál es tu tipo de piel o si sospechas que puedes tenerla grasa, deberías leer este post para disipar todas tus dudas. Porque hoy, te lo contamos todo sobre la piel grasa.
Dime qué piel tienes y te diré a qué grupo perteneces… ¿o no?
Hoy en día se habla mucho de distintos colectivos o grupos. Pero en el caso de la piel, no es tan fácil como a veces quieren que creamos. Por mucho que nos lo repitan, no existe el “colectivo” piel madura, piel de hombre que se cuida o piel de primeras líneas de expresión. Todas las pieles son iguales, sí, todas tienen las mismas estructuras y células y su funcionamiento es muy similar. Y, sin embargo, que diferentes unas de otras, ¿verdad? Por eso, en vez de englobarte dentro de un colectivo de piel, debes fijarte en tus necesidades concretas y elegir productos que cubran esas necesidades, independientemente de si eres hombre, mujer, joven, de una raza o de otra.
Para ello, lo primerísimo que te recomiendo es conocer tu tipo de piel desde un punto de vista tradicional. Con esto me refiero a si tienes la piel seca, mixta o grasa. También existe el tipo de piel normal, pero por desgracia no es muy frecuente y por eso no la suelo incluir.
Pues bien, hoy te voy a hablar de cómo reconocer si tienes la piel grasa. Me refiero a cómo es tu piel si no la tratas. La finalidad de una buena rutina de belleza es que todxs tengamos una piel normal, equilibrada, sin extremos y funcionando correctamente. Pero, ¿y si dejas de cuidártela de manera correcta?, ¿cómo es tu piel? Esto es fundamental para saber desde qué punto partimos.
Características de una piel grasa
Piel con muchos brillos, poros marcados, superficie áspera y rugosa, sensación de tener una capa o film sobre tu piel a final del día, tono apagado (tu cara brilla por la grasa, pero no es luminosa)… Si reconoces todos o muchos de estos signos en tu piel cuando te miras al espejo, efectivamente tienes la piel grasa.
A mayores, una piel grasa tiene más tendencia a tener granitos, aunque no siempre tienen por qué darse.
Si has leído nuestro post sobre piel seca, habrás visto que, para este tipo de cutis, el tono apagado, también era una de sus características. Y no es algo raro que compartan este aspecto, al contrario. Una de las principales causas de la piel apagada es la falta de una estructura correcta en las capas superiores de la epidermis y estrato córneo. Y esto también le puede pasar a la piel grasa.
En este caso, hay una superproducción de sebo, más de lo que se necesita. Y en un principio podría parecer que tiene una parte positiva, porque aísla más la piel del medio que la rodea y podría protegerla. Pero en realidad no es así. Un exceso de sebo puede ser un caldo de cultivo para el desarrollo de microorganismos no beneficiosos en ciertas ocasiones. Además, atrae más polución y suciedad a la superficie de la piel y hace que esté en contacto con ella más tiempo. Y por si todo esto te parece poco, se ha visto que un exceso de grasa a la larga puede irritar las capas superiores de la epidermis.
Pues vaya faena, todo negativo, ¿no? Pues no, sí que tiene un lado positivo. Este tipo de pieles suelen ser más agradecidas frente a los signos que tradicionalmente relacionamos con el envejecimiento o el paso del tiempo. No iba a ser todo malo 😉
Rutina de belleza para una piel grasa
Limpieza, como siempre el primer paso
Ya me has oído/leído mil veces insistir en la importancia de una correcta limpieza en toda rutina de belleza, pero en el caso de tener la piel grasa es todavía más importante si cabe. Siempre, mañana y noche, aunque parezca que tienes la piel limpia.
En el caso de la limpieza es IMPRESCINDIBLE que elijas, sobre todo si tienes tendencia a tener acné, un limpiador eficaz pero muy respetuoso con la función barrera de la piel a la vez. Que tenga un pH neutro es casi obligatorio en este tipo de piel. Además, deberás alejarte de los limpiadores oleosos, bálsamos o leches limpiadores, salvo que hagas doble limpieza y luego uses uno tipo gel o jabón sin jabón.
Tampoco te recomiendo el uso de productos limpiadores que no tienen que retirarse de la piel completamente, como las aguas micelares. No es que no recomiende este tipo de productos en sí, sino que si las usas deberás luego retirarlo completamente de tu piel.
Ya está todo limpio, ¿y ahora qué?
Pues ya es el turno de la hidratación y el tratamiento, tanto en el contorno de ojos como en el resto de la cara. Porque, que tengas una piel grasa, no significa que no debas usar hidratantes.
Para la zona del contorno de ojos puedes usar cualquier tipo de producto sin restricción por tener piel grasa, ya que esa zona apenas glándulas sebáceas y no se ve tan afectada por esta condición. La elección de un contorno u otro deberá basarse en tus necesidades particulares en esa zona. Yo suelo recomendar más los productos más cremositos, no tan tipo gel, pero dependerá mucho de cada caso. Ya hablaremos de eso otro día si te parece bien.
Y como crema de cara, al tener un exceso de producción de sebo, sí tienes que cuidar un poco la textura y finalidad del producto. Te recomendaría productos ligeros, nada untuosos, que no dejen sensación de “llevar crema” o “máscara”. Además, lo más probable es que con este tipo de piel, esta sensación no te guste nada. En esta ocasión, activos que ayuden a regular la cantidad de grasa que generan tus sebocitos serán muy buena opción y si se combinan con activos que ayudan contra la micro-inflamación y que refuerzan la función barrera darán lugar a un productazo para ti.
Evita productos muy oclusivos y que lleven productos muy grasos (aceites, mantecas o butter, vaselinas o dimethicone) en las 3 primeras posiciones. Si están más abajo, no tienen por qué evitarse. Y mejor si su primer ingrediente es el agua (Aqua).
¿Y qué hay de la exfoliación?
Quería incluir este apartado porque bastantes de vosotrxs nos preguntáis frecuentemente si está más indicada la exfoliación para una piel grasa y con qué tipo de producto.
Si tienes granitos te será muy útil emplear productos con efecto peeling. Puedes usar cualquiera de estas dos opciones: incluir un serum/producto que contenga baja concentración de agentes exfoliantes y usarlo a diario, o bien, usar 1 vez a la semana uno que tenga una concentración mayor. Si que te recomendaría que te decantaras por productos con exfoliación química o enzimática, mejor que mecánica. Con los exfoliantes mecánicos, sobre todo si no tienes mucha práctica, puedes acabar dañando más una piel que ya presente micro-inflamación o pequeñas irritaciones.
¿Te han servido estos consejos? ¿Quieres que hablemos de algún tema en particular? Me encantaría que me comentaras tus impresiones y los temas que te interesan. Será un placer leerte, porque, sin ti, todo esto no sería posible.